IDENTIDAD NACIONAL: UN
PROBLEMA FUNDAMENTADO EN SU ORIGEN
Escribir
sobre identidad es entrar en un tema profundo y complejo, se encuentra
íntimamente asociado a conceptos como. Nacionalidad y ciudadanía, Brewer Carías
(1965), señalaba que la nacionalidad consiste “…en la introducción de una persona a la sociedad, implica la
existencia de una sociedad civil con las características configurativas de la
Nación, pero sin ninguna condicionabilidad política; la ciudadanía por el
contrario inserta al individuo a la sociedad política y envuelve la idea de
Estado.” Por ello si bien en principio todo ciudadano es nacional, todo
nacional no es ciudadano.
Ahora
bien, Spencer citado por Fuente (1995), estudió muy bien el comportamiento de
las sociedades para dar explicación a los fenómenos que en ella se suceden,
entres los estudios realizados surgen obviamente la idea de nación y nacionalidad
que como elementos constructores de identidad son bastantes nuevos, la Revolución Francesa puso en boga el
concepto de nación, noción que no tenía antecedentes, estamos entonces en el
siglo XVIII, luego en el siglo XIX conocido entre otras cosas como el siglo del
nacionalismo, fue un tiempo que
caracterizó al continente europeo por las grandes guerras y conflictos
internacionales y la aparición de las naciones modernas, por cuanto lo que
existía eran vinculaciones monárquicas ya que la realidad pasaba porque no
había un francés o un español, sino un vasallo del rey de Francia o un vasallo
del Rey de España.
Conforme
a lo anterior, en Venezuela ocurrió algo muy peculiar, al contrario de lo que
se nos ha enseñado en la Historia Universal, no existía una unidad política
llamada España, cuando uno lee los documentos oficiales de la monarquía
española de los siglos XVI y XVII, se señala Don Felipe o Don Carlos, Rey de
Castilla, Rey de León, Rey de Aragón, Rey de los Algarbes y esto se extendió a
América, por tanto, se menciona la época colonial, pero en términos concretos
nunca fuimos una colonia. En América sucedió lo mismo que en el proceso de la
reconquista de España de la Edad Media, se crearon nuevos reinos, Virreinatos
para ser exactos estuvieron incorporados a una de las coronas del Rey, sea a la
Corona de Castilla o a la Corona de Aragón entre otras; así pasó con el
Virreinato de Nueva España (México y parte de Centroamérica), el Virreinato de
La Plata (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), el Virreinato de Nueva Granada
(Colombia, Ecuador y Panamá) y el Virreinato del Perú (Perú parte de Chile y
Bolivia).
Aún
hay más, también existían una serie de Consejos con los cuales el rey
gobernaba, así entonces, se tenía el Consejo de Indias, para tratar los problemas
del que la historia llamó el Nuevo Mundo, en resumen el concepto de nación no
está asociado al pasado.
El
caso venezolano es muy particular, Venezuela fue le país de América meridional
que más tarde se integró, no estaba integrada en su territorio en la cual
existían varias jurisdicciones distintas (provincias), y aunque cada una de
ellas pertenecía a la Corona de Castilla, eran independientes entre sí. Nuestro
nombre aparece ya muy entrado en el siglo XVI, es decir, 20 a 25 años más tarde
del Encuentro de Dos Mundos y fuimos creado jurídicamente en el año de 1777,
cuando el Rey Carlos III promueve mediante Real Cédula el nacimiento de la
Capitanía General de Venezuela.
Esta
creación jurídica ocurrió solo 33 años antes de la gesta de emancipación de España,
es así como hubo una lucha interna en el movimiento de independencia, porque
por ejemplo, los orientales no se sentían venezolanos, pertenecían a Nueva
Andalucía, conocida después como la Provincia de Cumaná, Vallenilla Lanz (1983),
señalaba que en principio hubo una lucha entre venezolanos y Herrera Luque
(1972), escribía que “…en las huestes de
Bovés no había más de un centenar de españoles…”; es preciso recordar en ese sentido, que no fue
hasta 1815 cuando el Mariscal Don Pablo Morillo, llegó a América con un
ejército de 15000 hombres traídos de España y probados en las guerras napoleónicas,
de modo que no había un sentimiento de nacionalidad venezolana.
Otro
aspecto fundamental, es que Bolívar no inició un movimiento independentista
venezolano; los demás movimientos fueron locales, pero los venezolanos lo
concibieron como la independencia de América, es decir, la campaña fue
concebida en términos continentales y que aunque se realizó, esa noble proeza fue
a un costo gigantesco, con una estructura social destruida y una país arruinado
económicamente, aspecto descrito en aquella carta que el Libertador le escribe
en 1825 de Cuzco a su tío esteban Palacios.
Venezuela
regresa a una dimensión nacional es a raíz de la separación de que Colombia La
Grande se separa en 1830, para introducirse en un espiral de guerras internas
sucesivas entre los libertadores y caudillos locales durante gran parte del
siglo XIX, periodo en la cual resurgió Guzman Blanco que estableció un Himno
Nacional que era un canto popular en la lucha de independencia que es el “Bravo Pueblo” y por vez primera se creó
una moneda nacional que todos la conocemos “El Bolívar”.
Frente
a la gloria de la independencia, surge el sentimiento de la decadencia y esto
se observa cuando se analizan posteriores revoluciones, sea la Regeneración encabezada por Guzmán
Blanco, la Restauración de Cipriano
Castro o la Rehabilitación de Juan Vicente
Gómez, pero ninguno llegó a encontrar una empresa nacional que nos moviera
profundamente. Con la llegada de Hugo Chavez, no solamente se enaltece la
imagen de Bolívar y los grandes hechos que se hicieron en esa época, tal como
lo hicieron sus predecesores, sino que se establece un proyecto que busca crear
una nueva cultura difundida, verdades ya descubiertas, socializadas y convertirlas
en base de acciones vitales, en elementos de coordinación y de orden
intelectual y sobre todo moral.
Es
así como Hugo Chavez, establece un proyecto bajo un pensamiento estratégico (2014)
en el que debemos enraizar y poner en funcionamiento todo lo nuevo, y, si
ciertamente tenemos problemas, en una oportunidad el Ex Presidente Gallegos ya bastante anciano, respondió en una
rueda de prensa a los periodistas en París,
“Si nuestro país tiene muchos problemas, pero muchos países cambiarían con
gusto sus problemas por los nuestros”.
Finalmente,
como señalara Fuentes, la Nación como ente social, la identidad nacional
producto de la relación entre los individuos, debe generar actitudes de estos
hacia aquellos, siendo lo más importante la conciencia colectiva de su existencia,
plasmada en esa actitud que el hombre puede tomar hacia la nación, en los
hechos que están dirigidos a fortalecerla a través del vínculo identificativo o
a defenderla en caso de que sea requerida.
Bibliografía:
Brewer
Carias, Allan (1965) El Régimen Jurídico Administrativo de la Nacionalidad y
Ciudadanía Venezolana. Fundación UCV. Caracas.
Fuentes
Emilio (1995). La identidad Nacional. Ediciones FUNDAIAEDEN. Caracas.
Herrera
Luque (1972) Boves El Urogallo. Editorial Fuentes. Caracas
Vallenilla
Lanz (1983) Cesarismo Democrático.
Ediciones centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Santa María.
Caracas
Universidad
Militar Bolivariana (2014) Cátedra: Estudio del Pensamiento del Comandante Hugo
Chavez Frias