martes, 7 de marzo de 2017

IDENTIDAD NACIONAL: UN PROBLEMA FUNDAMENTADO EN SU ORIGEN



IDENTIDAD NACIONAL: UN PROBLEMA FUNDAMENTADO EN SU ORIGEN

Escribir sobre identidad es entrar en un tema profundo y complejo, se encuentra íntimamente asociado a conceptos como. Nacionalidad y ciudadanía, Brewer Carías (1965), señalaba que la nacionalidad consiste “…en la introducción de una persona a la sociedad, implica la existencia de una sociedad civil con las características configurativas de la Nación, pero sin ninguna condicionabilidad política; la ciudadanía por el contrario inserta al individuo a la sociedad política y envuelve la idea de Estado.” Por ello si bien en principio todo ciudadano es nacional, todo nacional no es ciudadano.

Ahora bien, Spencer citado por Fuente (1995), estudió muy bien el comportamiento de las sociedades para dar explicación a los fenómenos que en ella se suceden, entres los estudios realizados surgen obviamente la idea de nación y nacionalidad que como elementos constructores de identidad son bastantes nuevos,  la Revolución Francesa puso en boga el concepto de nación, noción que no tenía antecedentes, estamos entonces en el siglo XVIII, luego en el siglo XIX conocido entre otras cosas como el siglo del nacionalismo, fue un tiempo que  caracterizó al continente europeo por las grandes guerras y conflictos internacionales y la aparición de las naciones modernas, por cuanto lo que existía eran vinculaciones monárquicas ya que la realidad pasaba porque no había un francés o un español, sino un vasallo del rey de Francia o un vasallo del Rey de España.

Conforme a lo anterior, en Venezuela ocurrió algo muy peculiar, al contrario de lo que se nos ha enseñado en la Historia Universal, no existía una unidad política llamada España, cuando uno lee los documentos oficiales de la monarquía española de los siglos XVI y XVII, se señala Don Felipe o Don Carlos, Rey de Castilla, Rey de León, Rey de Aragón, Rey de los Algarbes y esto se extendió a América, por tanto, se menciona la época colonial, pero en términos concretos nunca fuimos una colonia. En América sucedió lo mismo que en el proceso de la reconquista de España de la Edad Media, se crearon nuevos reinos, Virreinatos para ser exactos estuvieron incorporados a una de las coronas del Rey, sea a la Corona de Castilla o a la Corona de Aragón entre otras; así pasó con el Virreinato de Nueva España (México y parte de Centroamérica), el Virreinato de La Plata (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), el Virreinato de Nueva Granada (Colombia, Ecuador y Panamá) y el Virreinato del Perú (Perú parte de Chile y Bolivia).

Aún hay más, también existían una serie de Consejos con los cuales el rey gobernaba, así entonces, se tenía el Consejo de Indias, para tratar los problemas del que la historia llamó el Nuevo Mundo, en resumen el concepto de nación no está asociado al pasado.

El caso venezolano es muy particular, Venezuela fue le país de América meridional que más tarde se integró, no estaba integrada en su territorio en la cual existían varias jurisdicciones distintas (provincias), y aunque cada una de ellas pertenecía a la Corona de Castilla, eran independientes entre sí. Nuestro nombre aparece ya muy entrado en el siglo XVI, es decir, 20 a 25 años más tarde del Encuentro de Dos Mundos y fuimos creado jurídicamente en el año de 1777, cuando el Rey Carlos III promueve mediante Real Cédula el nacimiento de la Capitanía General de Venezuela.

Esta creación jurídica ocurrió solo 33 años antes de la gesta de emancipación de España, es así como hubo una lucha interna en el movimiento de independencia, porque por ejemplo, los orientales no se sentían venezolanos, pertenecían a Nueva Andalucía, conocida después como la Provincia de Cumaná, Vallenilla Lanz (1983), señalaba que en principio hubo una lucha entre venezolanos y Herrera Luque (1972), escribía que “…en las huestes de Bovés no había más de un centenar de españoles…”;  es preciso recordar en ese sentido, que no fue hasta 1815 cuando el Mariscal Don Pablo Morillo, llegó a América con un ejército de 15000 hombres traídos de España y probados en las guerras napoleónicas, de modo que no había un sentimiento de nacionalidad venezolana.

Otro aspecto fundamental, es que Bolívar no inició un movimiento independentista venezolano; los demás movimientos fueron locales, pero los venezolanos lo concibieron como la independencia de América, es decir, la campaña fue concebida en términos continentales y que aunque se realizó, esa noble proeza fue a un costo gigantesco, con una estructura social destruida y una país arruinado económicamente, aspecto descrito en aquella carta que el Libertador le escribe en 1825 de Cuzco a su tío esteban Palacios.
Venezuela regresa a una dimensión nacional es a raíz de la separación de que Colombia La Grande se separa en 1830, para introducirse en un espiral de guerras internas sucesivas entre los libertadores y caudillos locales durante gran parte del siglo XIX, periodo en la cual resurgió Guzman Blanco que estableció un Himno Nacional que era un canto popular en la lucha de independencia que es el “Bravo Pueblo” y por vez primera se creó una moneda nacional que todos la conocemos “El Bolívar”.

Frente a la gloria de la independencia, surge el sentimiento de la decadencia y esto se observa cuando se analizan posteriores revoluciones, sea la Regeneración encabezada por Guzmán Blanco, la Restauración de Cipriano Castro o la Rehabilitación de Juan Vicente Gómez, pero ninguno llegó a encontrar una empresa nacional que nos moviera profundamente. Con la llegada de Hugo Chavez, no solamente se enaltece la imagen de Bolívar y los grandes hechos que se hicieron en esa época, tal como lo hicieron sus predecesores, sino que se establece un proyecto que busca crear una nueva cultura difundida, verdades ya descubiertas, socializadas y convertirlas en base de acciones vitales, en elementos de coordinación y de orden intelectual y sobre todo moral.

Es así como Hugo Chavez, establece un proyecto bajo un pensamiento estratégico (2014) en el que debemos enraizar y poner en funcionamiento todo lo nuevo, y, si ciertamente tenemos problemas, en una oportunidad el Ex Presidente  Gallegos ya bastante anciano, respondió en una rueda de prensa a los periodistas en París, “Si nuestro país tiene muchos problemas, pero muchos países cambiarían con gusto sus problemas por los nuestros”.

Finalmente, como señalara Fuentes, la Nación como ente social, la identidad nacional producto de la relación entre los individuos, debe generar actitudes de estos hacia aquellos, siendo lo más importante la conciencia colectiva de su existencia, plasmada en esa actitud que el hombre puede tomar hacia la nación, en los hechos que están dirigidos a fortalecerla a través del vínculo identificativo o a defenderla en caso de que sea requerida.

Bibliografía:
Brewer Carias, Allan (1965) El Régimen Jurídico Administrativo de la Nacionalidad y Ciudadanía Venezolana. Fundación UCV. Caracas.
Fuentes Emilio (1995). La identidad Nacional. Ediciones FUNDAIAEDEN. Caracas.
Herrera Luque (1972) Boves El Urogallo. Editorial Fuentes. Caracas
Vallenilla Lanz (1983)  Cesarismo Democrático. Ediciones centro de Investigaciones Históricas de la Universidad Santa María. Caracas
Universidad Militar Bolivariana (2014) Cátedra: Estudio del Pensamiento del Comandante Hugo Chavez Frias

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