domingo, 22 de enero de 2017

Tesis del Estado Fallido amenaza el proceso de recuperación del concepto estratégico del Estado – Nación en Venezuela

Por Gloria Mejía Ochoa
@teymejia

Para comprender la teoría del Estado Fallido es necesario ubicarnos en el plano internacional y analizar la conducta intervencionista de los Estados Unidos, país que desde 1823, con la doctrina Monroe, ha intentado ejercer un poder hegemónico sobre las relaciones entre los Estados-Nación de la América Meridional.
 Así queda demostrado, en el Congreso Anfictiónico de Panamá (1825), al cercenar el proceso de integración autónomo iniciado por el Libertador Simón Bolívar, fragmentación que se materializa con la instauración del panamericanismo (1889), al lograr que los países de la región se ubicaran   en la esfera de los intereses comerciales imperiales.
Con la llegada del presidente Hugo Chávez Frías (1999), se potenció la resistencia, al promover la construcción del bloque antimperialista conformado por la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América Tratado Comercial de los Pueblos (ALBA-TCP) (2004),  PetroCaribe, la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) (2008) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) (2011).
Pero las propias contradicciones existentes a lo interno del proyecto revolucionario provocaron el posicionamiento de los enemigos internos en la Asamblea Nacional (2016),  que sumados a la reducción de la presencia orgánica  de  los movimientos sociales en las calles, contribuyen a potenciar la vulnerabilidad del Estado.
            De allí que, en la actualidad, lo único que importa a los EEUU para justificar la intervención es la falsa protección de los Derechos Humanos como sustento de la tesis del Estado Fallido, categoría que ha servido para justificar la violación del principio de autodeterminación de los pueblos en otros Estados como Irak, Afganistán, Libia y Colombia con el argumento de que han perdido su capacidad para satisfacer las demandas de las mayorías.
            La Carta Democrática Interamericana de la OEA, el Decreto de “Emergencia Nacional” y el  Decreto de Obama, que cataloga a Venezuela   como “amenaza extraordinaria e inusual” para la seguridad de EEUU,  también  son instrumentos que  utiliza la tesis del Estado Fallido para intervenir a Venezuela.
            Sin duda, la ejecución de esta tesis amenaza la soberanía nacional y coloca en riesgo el proceso de recuperación del concepto estratégico de Estado Nación dificultando la ejecución de las líneas de control y protección del territorio, y de la población  
 Si entendemos el poder hegemónico como el dominio del poder político, económico, cultural y social por parte de las grandes potencias sobre los países periféricos, al reflexionar sobre la tesis del Estado Fallido y como afecta la seguridad de la Nación venezolana, sin duda la síntesis a la que podemos llegar no puede ser otra que la de rechazo  rotundo  a este instrumento de dominación, que justifica una eventual intervención “humanitaria” en el país.Tal como dice Luis Brito García La lucha por nuestra Independencia no concluyó en Ayacucho. Guerra avisada no mata soberanía”.


Referentes:
Brito Figueroa, Federico.1973 Historia Económica y Social de Venezuela. Vol. I. Ediciones de la Biblioteca. Universidad Central de Venezuela. Caracas

Liévano, Aguirre Indalecio. 1969. Bolivarianismo y monroísmo


               



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