miércoles, 15 de febrero de 2017

El Fenómeno de la Corrupción como Amenaza al Sistema Político Bolivariano




El Fenómeno de la Corrupción como Amenaza
al Sistema Político Bolivariano

Por: Daniel H. Lamas Daza


El filósofo y pensador alemán, creador de la Teoría Burocrática Max Webber, afirmaba que por más de cien años los pueblos se han definido de muchas y variables formas, sin embargo, si aspiran poseer o poseen un espacio político propio se les denominará “Nación”, en tal sentido, para Webber esa “comunidad de sentimiento” como la denomina, debe manifestarse en el orden político o difícilmente se consolidará como comunidad.

El resto de los aspectos que generalmente conforman el concepto tradicional de Nación, es decir los aspectos o bases históricas, culturales, étnicas, simbólicas entre otras, el citado filósofo las señala como “componentes causales”, la cuales terminan de estructurarla y en función de estos elementos al ser convertirlos en materia política se construye, consolida, promueve e inclusive se defiende una Nación. Se resume entonces que Webber considera la Nación como “la ocupación y uso del poder en un ámbito autónomo”.

Por tanto, la Nación se encuentra soportada por dos elementos fundamentales, una concepción genética (comunidad cultural con conciencia de identidad) y prospéctica (un proyecto de futuro a través de la Constitución Política). De acuerdo a ello la comunidad o sociedad busca el bien común constituyéndose en una comunidad  política.

La política busca entonces organizar la sociedad y estimular su participación en el gobierno común de la misma. La escritora Hannah Arendt, señala alguna características interesantes de la misma, entre las que se encuentra la pluralidad por cuanto hay una participación social de la misma, si bien se realiza entre los hombres, no proviene del él, por cuanto se da en los espacios públicos, siendo el hombre libre para discutir en torno a ella y buscando de manera permanente la convivencia y el bien común.

En ese mismo orden de ideas, ese ámbito autónomo de la Nación con poder ya indicado se transforma en Estado, a través de la creación e incorporación de un ordenamiento jurídico que permita direccionar ese cuerpo político y el contrato social pactado por sus miembros,  asimismo se hace necesario que el Estado sea entendido como radicalmente independiente y soberano, aspectos considerados esenciales para que de alguna forma pueda atender y satisfacer las “necesidades” de la Nación. Esa relación entre el Estado y la Comunidad Política tiene una visión instrumentalista-sustancialista, por cuanto el Estado es un medio para que la comunidad política pueda satisfacer sus necesidades materiales, espirituales e intelectuales.

En el caso venezolano especialmente en un marco social, de derecho y de justicia, como lo señala el artículo 2 de nuestra Constitución Política que adicionalmente propugna como “valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.

Estos valores que actúan como guía conductual de la Nación, busca la cohesión a través de un sistema monolítico de ideas, creencias y valores homogénenos, profundamente arraigados en su propia historia, el cual funda de una manera unívoca los ideales de vida de la sociedad venezolana, es decir, una ética cultural que configura y define una fuerte identidad colectiva.

Ahora bien, el debate central del quehacer político se encuentra íntimamente ligado a ese elemento ético, su ejercicio definido como ética pública permite como se señalara anteriormente, aglutinar estos elementos; en el entendido de principios y normas para ser aplicados en la conducta del hombre que desempeña una función pública. Se concibe como un área de conocimiento de contenido universal que agrupa valores y virtudes orientadas por el espíritu de servicio público y tiene como fuente básica la evolución humana. “La ética pública es la ciencia que trata de la moralidad de los actos humanos en cuanto que realizados por funcionarios públicos.” (Rodríguez Arana; 1998: 6).

Por lo anterior, se entiende por ética pública la parte de la disciplina ética que trata las actitudes que realizan los políticos, funcionarios y servidores públicos en el desarrollo de su trabajo. La ética pública observa y analiza los actos humanos realizados por aquellos durante el desarrollo de sus labores y tiene por fin lograr que estos apliquen el sentido del deber en beneficio del Estado.

De acuerdo a lo antes expuesto, nuestro Estado-Nación ha estado sometido a una serie de amenazas que afectan de forma importante su desarrollo integral y por ende la seguridad; estas se presentan de muchas maneras tales son los casos de la pobreza extrema, la exclusión social, la dependencia agroalimentaria, el narcotráfico y el crimen organizado, el latifundio, pero en el caso que nos ocupa y asociado a la ética pública se encuentra: la corrupción.

Este fenómeno es entendido por la opinión pública como un problema de los políticos y funcionarios en el manejo de los fondos públicos, lo cual genera un derroche de recursos, incumplimiento de metas, ineficiencia en la prestación de servicios y muy especialmente perjuicio en la sociedad, la corrupción asume una expresión concreta tales como: el uso ilegítimo de información privilegiada, sobornos, tráfico de influencias, malversación, extorsión, caciquismo,compadrazgo, nepotismo, prevaricación entre otros, sin embargo, cabalgamos sobre una realidad mucho más compleja que se puede resumir como el resultado de la suma de unas causas y unas condiciones, es decir,  el fenómeno de la corrupción es consustancial al sistema de dominación de clases y mientras este perdure, el esfuerzo deberá estar dirigido a minimizar las causas que la generan y las condiciones que la propician y potencian.

Así tenemos, que cuando se habla de causas, las mismas tiene un origen macro y su naturaleza puede ser política, económica y social. Siendo que desde el punto de vista político,  se encuentran elementos como: la vulnerabilidad de los sistemas, falta de voluntad política del Estado, bajo niveles de participación popular, desde el punto de vista económico, se tiene: la marcada desigualdad de la riqueza, inequidad distributiva, ausencia de transparencia en la gestión y nula rendición de cuentas y desde el punto de vista social, existen aspectos tales como: los niveles de aceptación o rechazo,  la debilidad en el control ciudadano y el deterioro ético. Por otra parte, las condiciones son aquellas situaciones o circunstancias indispensables para la existencia de estas causas, se tiene que son el resultado de la suma de las oportunidades y los riesgos, siendo que entre las oportunidades se consigue la existencia de brechas o fisuras en los aparatos judiciales, administrativos y económicos, los cuales propician su ocurrencia y los riesgos, relacionados con el grado de inmunidad que desarrollan algunos actores políticos a través de lo que se denomina inmunidad.

En el marco de la observación anterior, surge una incógnita: ¿Realmente la corrupción se combate -como señala Almeida- con un programa masivo de "educación en valores" y con un sistema judicial que castigue inclementemente a los corruptos?, por lo mismo, esta observación no tiene relevancia sino más bien peca de economicista. Comparto su visión, hay que tener una vista mucho más lejana, como el famoso Ojo de Halcón, en aquella célebre novela “El último de los Mohicanos”; y la mira llega al sistema capitalista en el que nos encontramos inmersos.

En el libro “La Moralidad del Capitalismo”, Ayd Rand nos explica como el sistema capitalista llegó a su madurez en el siglo comprendido entre 1750 y 1850 como resultado de tres revoluciones. La primera fue una revolución política: el triunfo del liberalismo, sobre todo de la doctrina de los derechos naturales, y la idea de que el gobierno debía estar limitado en sus funciones a la protección de los derechos individuales, entre ellos los derechos de propiedad. La segunda revolución fue el nacimiento de la ciencia económica, ejemplificado en La riqueza de las naciones de Adam Smith. Smith demostró que, cuando las personas tienen la libertad de perseguir sus propios intereses económicos, el resultado no es el caos sino un orden espontáneo, un sistema de mercado en el que se coordinan los actos individuales y se produce más riqueza que en una economía dirigida por el gobierno. La tercera revolución, obviamente, fue la Revolución Industrial. La innovación tecnológica permitió un apalancamiento que multiplicó significativamente el poder de producción del hombre. Como consecuencia, no solo aumentó el nivel de vida de todos, sino que, además, ofreció a las personas despiertas y emprendedoras la posibilidad de aspirar a generar una fortuna inimaginable hasta entonces.

En cuanto a la ciencia económica a través de la  Escuela denominada Administración Científica del Trabajo, se creó el paradigma del “homoeconómicus”, como hipótesis del comportamiento racional, lo importante era u individuo que produjera y su incentivo estaba fundamentado en que a mayor producción mayor salario, el hombre social, el de las mtivaciones, satisfacciones y necesidades era una utopía;así cuando se intenta analizar el comportamiento político desde la racionalidad económica, se llega fácilmente a la conclusión de que la corrupción es sistémica.

La misma se origina en las oscuras interrelaciones entre los grandes centros de poder económico y financiero y sus correas de transmisión política y se diseminan por los distintos niveles administrativos, alcanzando su máxima expresión en los países menos desarrollados con sociedades débiles y menos articuladas. De este modo la lógica de funcionamiento del sistema económico capitalista sería la causa fundamental de una corrupción sistémica y globalizada, que no debe considerarse como una anomalía sino un rasgo esencial y generalizado del sistema, fruto de una concepción de las relaciones basadas económicas basadas en exclusivamente en el beneficio personal, la racionalidad económica y la competitividad.

Se desarrolla entonces, una serie de falacias que han venido a consolidar el sistema por cuanto como señala López: “El capitalismo no se expresa de la misma manera en todos los sectores de la economía, ni en todas las regiones de un país, ni en todo los países, ni en todos los estratos sociales. No cabe duda de que hay una componente espacial y temporal, además de una componente social. No todo el mundo percibe de la misma manera el funcionamiento del sistema al que pertenecemos porque no todos vivimos exactamente las mismas experiencias”. Esta filosofía general se ha centrado en premisas falaces tales como:

1. La única forma de crear riqueza para el pueblo es mediante el crecimiento económico.
2. El sistema capitalista se sustenta en la democracia. La democracia es el menos malo de los sistemas.
3. La libertad implica inevitablemente desigualdad. Cualquiera puede prosperar en el capitalismo.
4. El sistema capitalista es el único posible. No hay un  sistema económico serio alternativo

Como se lee, este sistema ha contribuido a generar una serie de antivalores que como señala Haiman El Troudi, qen su libro “Ser Capilista es un Mal Negocio”, destacan:

1. Explotación del hombre por el hombre
2. Mercantilización del trabajo
3. Privilegios para pocos.
4. Tanto tienes, tanto vales
5. Culto al fetiche materialista
6. Pragmatismo insensible: El fin justifica los medios.
7. Resignación a ser oprimido.
8. Todo se compra y se vende
9. Consumismo

En este sentido, el comportamiento político en el modelo capitalista se estudia desde el individualismo metodológico, que implica analizar el Estado no como un ente orgánico sino como una agregación de individuos: políticos y burócratas con sus intereses y preferencias individuales. Esta hipótesis supone que estos antepondrían estas preferencias al interés público en el ejercicio de sus responsabilidades.

De acuerdo a Casanova en su libro: Corrupción y Capitalismo, “...Hoy, vivimos un tiempo en que la acumulación original es característica esencial del neoliberalismo globalizador con variadas formas de corrupción que son legitimadas por el sistema dominante y sus publicistas. Si “la corrupción”, es denunciada por las fuerzas hegemónicas, lo es como un mal siempre disociado de las políticas del neoliberalismo de paz y de guerra. Los defensores de la “dignidad humana”, de la “prensa libre”, y todo el aparato retórico del imperialismo neoliberal, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, apoyados por importantes grupos de las “clases políticas”, de las “élites tecnocientíficas” y de los “medios de comunicación”, logran ocultar las dimensiones macrosociales de la corrupción y de la depredación neoliberal, emprendiendo batallas de distracción “contra una corrupción” cuidadosamente acotada como fenómeno delictuoso y criminal, y más bien característica del “sector público” de la economía, de cuyas empresas, riquezas y presupuestos de ingresos y egresos, las megaempresas y el imperialismo se apoderan todo lo que pueden...”

Un ejemplo de lo señalado, lo cual no deja a dudas la forma en como opera el capitalismo, creando una corrupción globalizada y penetrando la esfera políticas de las naciones, se tiene con la constructora brasileña Odebrecht, la mayor compañía de ingeniería y construcción de América Latina, la cual pagó en torno a 788 millones de dólares en sobornos en doce países de América Latina y África entre 2013 y 2016, los pagos se hicieron a funcionarios gubernamentales para obtener ventajas empresariales y se le adjudicaran contratos públicos en más de 100 proyectos.

Para ello usaron el sistema financiero global que incluye el sistema bancario de los EEUU, para disimular la fuente y el desembolso de los sobornos mediante el traspaso de fondos a través de una serie de compañías ficticias. Los sobornos eran pagados a través de una compleja red de compañías de referencia con transacciones que quedaban fuera de los libros de contabilidad y con cuentas bancarias off shore.

Este argumento nos debe poner en posición de cuestionar el modelo político actual, nos invita a señalar, que para acabar con la corrupción se hace necesario extirpar el modelo  capitalista, a través de crear una conciencia emancipadora de un sistema que tiene una incidencia global en los espacios de poder, creando una ruptura de la esfera política y cultural de cada nación, puesto que en palabras de Burhan Ghalioun,, hay una sujeción de la cultura a la lógica economicista, representada por la acumulación del capital.

Para Hans Kung, el fin de la ética en política tiene un fin noble: “rescatar la dignidad humana -y continúa-, el hombre ha de ser más de lo que es: ha de ser más humano. Es bueno para el hombre lo que preserva, fomenta y realiza. Su humanidad, y todo ello de una forma totalmente nueva. El hombre ha de explotar su potencial humano, en aras de una sociedad humana y un ecosistema intacto, cambiando básicamente su rumbo de actuación.

En nuestro país, como parte del conjunto de planes, programas, proyectos y procesos (Desarrollo Integral), se estableció el Plan de la Patria (Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019), que como 2° Objetivo Histórico establece: “Continuar construyendo el Bolivarianismo del Siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar “la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política” para nuestro pueblo.

Asimismo, dentro de los objetivos estratégicos y generales del referido Plan, para lograr el objetivo histórico antes señalado se encuentra “Preservar los valores tradicionales del pueblo venezolano, de honestidad, responsabilidad, vocación de trabajo, amor al prójimo, solidaridad, voluntad de superación y de la lucha por la emancipación, mediante la promoción permanente y a través de todos los medios disponibles, como defensa contra los antivalores del modelo capitalista, que promueve la explotación, el consumismo, el individualismo y la corrupción, y que son origen de la violencia criminal que agobia la sociedad venezolana”.

En ese marco destaca fundamentalmente la propuesta de Garzón de Toma de Decisiones Éticas, ante las frecuentes situaciones conflictivas o dilemas que en el marco de la actuación de los políticos, funcionarios y servidores públicos exigen decisiones y si bien no todos los dilemas son de naturaleza ética, estos surgen cuando se encuentran relacionados con aspectos de la moral, valores y principios.

Así entonces del sinnúmero de procesos y modelos de toma de decisiones éticas que se aplique debe ser pluralista de tal manera que permita, en el proceso de análisis y reflexión, tomar en consideración diferentes puntos de vista éticos y morales. De acuerdo a ello, Sara Fry, citada por Garzón, propone un marco general para mostrar la integración de los contenidos esenciales para la toma de decisiones éticas, en la cual se tienen en consideración las convicciones y valores éticos, los conceptos éticos que orientan la práctica profesional, los enfoques éticos más utilizados y las normas o códigos éticos que orientan el comportamiento.

  
Fuentes Consultadas

Bibliografía

Casanova, Pablo (2007). CORRUPCIÓN Y CAPITALISMO. Universidad Autónoma de México. Ciudad de México, México.

El Troudi, Haiman (2013). SER CAPITALISTA ES UN MAL NEGOCIO. Ediciones Rio Orituco C.A. Caracas, Venezuela.

Kung, Hans (2009). LA CRISIS ECONÓMICA GLOBAL HACE NECESARIO UNA ÉTICA GLOBAL.  Fundación Ética Global. Nueva York, Estado Unidos

Rand Ayn y otros (2013). LA MORALIDAD DEL CAPITALISMO. Editorial Fundación para el Progreso,Santiago de Chile.

Legislación
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Gaceta Oficial N° 4453 Extraordinario de fecha 24 de Marzo de 2000.

Plan de la Patria, Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019, Gaceta Oficial N° 6118 Extraordinario de fecha 4 de Diciembre de 2013.

Trabajos de Grado
Bautista, Oscar (2005). LA ÉTICA Y LA CORRUPCIÓN EN LA POLÍTICA Y LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. Universidad de Carabobo. Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Ciencia Política y Administración Pública.

Páginas Web
Pérez, Gregorio. REBELION, CAPITALISMO y CORRUPCIÓN.
Recuperado: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=17077

López, José. LAS FALACIAS DEL CAPITALISMO.
Recuperado:https://joselopezsanchez.files.wordpress.com/2009/06/las-falacias-del-capitalismo7.pdf

Garzón, Nelly TOMA DE DECISIONES ÉTICAS.
Recuperado: http://www.bdigital.unal.edu.co/783/10/263_-_9_Capi_8.pdf


Burhan Ghalioun. GLOBALIZACIÓN, DECULTURACIÓN Y CRISIS DE IDENTIDAD
Recuperado:https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=2023271390110379988#editor/target=post;postID=1093910177543377149


2 comentarios:

  1. Excelente análisis desde la conciencia ética.
    El desarrollo de los elementos del estado (nación, territorio y poder publico) muy bueno. Compañero y profesor gracias por este aporte.
    Sin embargo creo que los diversos problemas de la sociedad mundial, son efectos de la acción humana, y ésta está asociada a los valores que influyen o determinan esa acción. Es un problema ético-cultural globalizado que esta penetrando a todo el genero humano que lo despoja de su humanidad tras modelos ideales de consumo que harán realidad el fin último de la existencia como es la felicidad. Un abra

    ResponderBorrar
  2. Excelente análisis desde la conciencia ética.
    El desarrollo de los elementos del estado (nación, territorio y poder publico) muy bueno. Compañero y profesor gracias por este aporte.
    Sin embargo creo que los diversos problemas de la sociedad mundial, son efectos de la acción humana, y ésta está asociada a los valores que influyen o determinan esa acción. Es un problema ético-cultural globalizado que esta penetrando a todo el genero humano que lo despoja de su humanidad tras modelos ideales de consumo que harán realidad el fin último de la existencia como es la felicidad. Un abrazo

    ResponderBorrar