El Signo Monetario
Venezolano ¿Hacía Una Economía Dolarizada?
Por: MSc Daniel Lamas
Uno de los aspectos
fundamentales de la economía de los países, se encuentra asociada
al sistema monetario, en Venezuela, no es una excepción, este
sistema consigue su basamento en los artículos 318 y 319 de nuestra
Carta Magna, los cuales en líneas generales establecen que es una
competencia exclusiva del Poder Nacional, las cuales serán ejercidas
de manera exclusiva por el Banco Central de Venezuela, el objetivo
esencial de esta entidad de derecho público con autonomía
funcional, es la de lograr la estabilidad de precios y preservar el
valor interno y externo de la la unidad monetaria. Precisamente en
este contexto, se abre un debate por demás interesante, en medio de
una pérdida del
valor de la moneda venezolana,
hecho que
se deben vigilar, porque el fenómeno adverso
que se está presentando empeora las condiciones para conseguir un
modelo viable de crecimiento económico.
Conforme a lo anterior, se
presenta un dilema para la construcción de un modelo económico
socialista bolivariano, la economía venezolana descansa sobre una
estructura cuyo principal determinante es la renta petrolera,
ingresos que recibe exclusivamente el gobierno y en formas de
divisas, es decir, de capacidad para importar, por cuanto nuestro
sector agroindustrial y comercial, es altamente dependiente de
divisas para la adquisición de productos semielaborados o
elaborados, por tanto, la economía de “puerto”, está dirigida
principalmente a la importación lo que ocasiona una salida inmensa
de divisas y hace inviable el modelo capitalista rentístico
petrolero, por cuanto en palabras de Baptista 1(2005),
“..carece de mecanismos de autoregulación, valga decir,
y en los términos convencionales de la teoría económica, carece de
un equilibrio estable. Ello significa, además, su imposibilidad de
autoreproducirse, y por lo tanto garantizar un crecimiento sostenido
de su actividad económica.” Aunado
al hecho de que una élite burguesa comprendida principalmente por
(comerciantes y banqueros), se aseguraron de acceder a divisas,
importar y especular de manera ordenada y perenne. La vorágine
importadora es también especuladora.
Ahora bien, el bolívar es la
moneda de curso legal de la República Bolivariana de Venezuela. Fue
establecida en 1879 como unidad monetaria por el presidente Antonio
Guzmán Blanco y su emisión es controlada por el Banco Central de
Venezuela (BCV), por tanto se puede categóricamente afirmar que el
sistema monetario nacional es una expresión de la soberanía del
país, por otra parte y para efectos didácticos incorporamos el
concepto de las reservas internacionales que nuestro Banco Central
Rec2define
como: “...los recursos financieros en divisas con los cuales
cuenta un país para garantizar los pagos de los bienes que importa y
el servicio de la deuda, así como para estabilizar la moneda”,
estos recursos son administrados por el BCV y provienen
fundamentalmente de las exportaciones petroleras que realiza la
empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA). Cuando PDVSA
comercializa petróleo recibe divisas, las cuales vende al BCV a
cambio de bolívares. Luego, PDVSA paga sus impuestos, regalías y
utilidades y traspasa esos bolívares al Gobierno Nacional. De esta
forma es que el BCV crea los bolívares que circulan en la economía
y cuyo respaldo son las reservas internacionales, por tanto, un
sólido monto de reservas internacionales contribuye a preservar el
valor de nuestro signo monetario.
Para Marzo de 2016, dentro de
los anuncios económicos del sistema cambiario, que afectan el precio
del dólar, Venezuela vuelve a dos tipos de cambios oficiales o
dual, primeramente, uno fijo denominado DIPRO, dirigido
únicamente a bienes, servicios y remesas prioritarias, iniciará con
una cotización de Bs. 10 por dólar y se ajustará de manera
progresiva considerando los impactos sociales y un cambio
complementario denominado DICOM, la cual regirá para todas
las transacciones no incluidas en el Dipro, siendo el Estado el único
receptor y administrador de las divisas venezolanas, por lo que la
oferta y la demanda ha sido sustituida por una serie de
reglamentaciones administrativas. Los críticos opinan que más que
un control cambiario, se está en presencia de una restricción de
divisas.
En estas circunstancias y en
medio de una caída abrupta de los precios petroleros, así como de
las reservas internacionales, aupados por la fijación artificial del
dólar paralelo cortesía del eje Miami-Cúcuta, la existencia de un
mercado negro a donde se ha desviado las actividades controladas, la
contracción de un aparato productivo parasitario que ha crecido a la
sombra de los dólares del Estado y una desmesurada emisión de
dinero sin respaldo para financiar el déficit fiscal, la economía
sufre embates; lo que obliga al Gobierno para mantener el nivel de
gasto, la necesidad de tomar dos vías: el endeudamiento estatal y la
devaluación
Entre tanto, algunas voces
expertas y otras no tanto, buscan impulsar la dolarización de la
economía, entendiendo que hay una inmensa cantidad de operaciones
que se están realizando en esa moneda, si bien es un hecho
espontáneo, lamentablemente rompe con el principio de inclusión
social que nuestro Estado ha establecido en el artículo 2 de nuestra
Constitución Política, aunado a que impacta el valor real de las
obligaciones fiscales.
Dentro de ese contexto, la
administración pública venezolana aparece entrampada en una suerte
de círculo vicioso, donde cada posible salida o alternativa, se
constituye en una arriesgada situación para la implantación exitosa
del modelo de desarrollo económico que se trata de establecer. Por
ello, el fortalecimiento del Bolívar, requiere de una política
monetaria acorde con la situación económica de Venezuela y la
necesidad de desarrollar un aparato productivo con un nuevo sistema
de producción que permita reemplazar un sistema que se cimenta en un
crecimiento económico para unos pocos a costa del sistema de dólares
del Estado.
1Baptista,
Asdrubal (2005) “El Capitalismo Rentístico”. Cuadernos del
CENDES. Septiembre-Diciembre 2005. Red de Revistas Científicas de
América Latina y el Caribe, España y Portugal.
2Recuperado
de la página web:
http://www.bcv.org.ve/reservas/reservas.htm?id=358
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