lunes, 14 de noviembre de 2016






    IDEARIO  DE SIMON BOLIVAR
Y SU ESTRATEGIA DE LA AMERICA
MERIDIONAL.
                           

“ Como amo la libertad tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos”.
Simón Bolívar



Bolívar desarrolló la idea de constituir un gran bloque hispanoamericano, que permitiese el equilibrio político del mundo. A principios de 1819 Simón Bolívar emprende la Campaña libertadora de Nueva Granada (actual Colombia) para liberarla del dominio español. La campaña buscaba preparar el terreno para la creación de la República de Colombia, estado que comprendería las antiguas colonias españolas de la Capitanía General de Venezuela, el Virreinato de Nueva Granada y la Real Audiencia de Quito, territorios que para entonces, se hallaban en poder de los españoles; lo cual se materializaría en el Congreso de Angostura, con la Constitución de la República de Colombia (17 de diciembre de 1819).
Era una postura diplomática, audaz y bien intencionada la que así esbozaba el Libertador, a fin de garantizar durante los primeros años de existencia la unidad y la estabilidad de las nuevas repúblicas.
La preocupación del Libertador  se refleja en su correspondencia. “La América española debe unirse”. Más adelante precisa: “El remedio contra la Santa Alianza es el gran Congreso de plenipotenciarios del istmo, bajo un plan vigoroso, estrecho y extenso, con un ejército a sus órdenes de cien mil hombres, a lo menos, mantenido por la Confederación e independiente de las partes constitutivas, a la cual se agrega la formación también de una Marina de Guerra Federal”. El Libertador, ante aquellos peligros, como político práctico y avezado que era, buscó fortalecer la posición de las nuevas naciones hispanoamericanas mediante un sistema de alianzas.

Siendo el más conocedor de los factores geopolíticos que gravitaban en la escena internacional, y bien penetrado de la situación real de las nuevas naciones hispanoamericanas, el Libertador supo plantear con valor y energía ejemplares, una política exterior coherente y audaz, capaz de asegurarle a Hispanoamérica un puesto importante en el mundo. Con inteligencia, desinterés y patriotismo, sin odios estratégicos ni mezquindades.

Para contener la inestabilidad y la anarquía de las nuevas naciones independientes trata de consolidar el orden interno con base en el establecimiento de gobiernos fuertes, fundamentados en una constitución republicana.

Quiere incorporar el continente hispanoamericano independiente como factor de equilibrio dentro del contexto mundial.

Bolívar estaba plenamente convencido de que solo la unidad podía crear las condiciones para que el ingreso de los países hispanoamericanos a la vida internacional, fuese una expresión de fortaleza y no de vulnerabilidad.

A pesar de que formuló los principios jurídicos que harían posible la unión de las antiguas colonias españolas; fundo la Gran Colombia, liberó a Perú, además de reunir la primera asamblea de los pueblos de América, no pudo ver realizado su sueño integracionista que lo acompaño hasta la muerte.
Bolívar se pronuncia también por un Gobierno republicano, cuyas bases serían «la soberanía del pueblo; la división de los poderes; la libertad civil, la expulsión de la esclavitud, la disolución de la monarquía y los privilegios. Este discurso de Angostura tiene unas cinco mil palabras. Bolívar le encargó a Manuel Palacio Fajardo que le hiciera las observaciones que creyera favorables. Apenas pronunciado en el recinto del Congreso, Bolívar lo entregó al residente británico James Hamilton, comerciante residenciado en Angostura, para que lo tradujera al inglés.
Bajo la jefatura de Simón Bolívar, en 1819, se formó la Gran Colombia con Venezuela, Nueva Granada y Quito. En la Constitución política del Estado de Venezuela de 1819, se estableció que el territorio nacional estaría organizado en diez Provincias, que son: Barcelona, Barinas, Caracas, Coro, Cumana, Guayana, Maracaibo, Margarita, Mérida, y Trujillo. Y cada Provincia se le dividía en Departamentos y Parroquias.
En esa misma constitución se anunció que diez años más tarde se realizaría “una división más natural del territorio en Departamentos, Distritos, y Partidos”.

Después de disolverse la Gran Colombia y de la muerte de Bolívar, Páez como Jefe Supremo de la República impulsó la Constitución del Estado de Venezuela firmada el 24 de septiembre 1830 que establecía once Provincias: Cumana, Barcelona, Margarita, Caracas, Carabobo, Coro, Maracaibo, Mérida, Barinas, Apure y Guayana. Y estas se dividen en Cantones y Parroquias. Las Provincias Guayana, Coro y Maracaibo se unieron a la nación. La provincia nueva es la provincia de Apure.
Para Simón Bolívar -y esto es importante subrayarlo porque en ello radica la razón de su liderazgo político-, la sociedad venezolana de los años comprendidos entre 1811 y 1821 es testigo y protagonista del enfrentamiento entre la "simple filosofía política" y el "vicio armado con el desenfreno de la licencia". Para él, los americanos han preferido la "vil codicia", amparada en el saqueo, y por tanto advierte a sus contemporáneos de que la suerte del experimento republicano dependerá de la solución de este conflicto. Simón Bolívar en  disyuntiva
Sugirió y llevó a cabo una ruptura con los postulados políticos federales que, desde su punto de vista, habían llevado al fracaso a los gobiernos republicanos en Venezuela y en la Nueva Granada. La república que propondrá e intentará construir será férreamente centralista, amparada en el único medio que garantiza el triunfo: el gobierno dictatorial. En segundo lugar, ante la ausencia de un sector de propietarios e intelectuales ilustrados, cuyo mayor número de integrantes había sido asesinado en las primeras escaramuzas de la guerra o había tenido que escapar del país dejando tras de sí propiedades y enseñanzas, Simón Bolívar elaboró un programa político orientado a favorecer las aspiraciones sociales de la elite militar que lo acompañaba.
La república que proponía construir en sus escritos era ni más ni menos que la de los libertadores, y para ellos habría en su espacio garantías políticas sustantivas, tales como la presidencia vitalicia, el senado hereditario, el poder moral y la Ley de Haberes Militares. Sin embargo, la fuerza de las circunstancias determinó que estas aspiraciones se concretaran más por la vía de los hechos que por otra senda más racional y elaborada: la galería de dictadores militares que hasta hace pocos años exhibió el escenario latinoamericano es buena prueba de ello. Hay que reconocer que las tendencias autoritarias que han estado vigentes en la política venezolana del siglo XX han tenido una aprovechada fuente de inspiración en una lectura demasiado a la letra de este apartado de los postulados bolivarianos.
  “Toda mi vida y por amor a un pueblo, la dedicaré hasta el último segundo de ella, para la lucha por la democracia y el respeto de los derechos humanos. Yo lo juro”.
HUGO CHAVEZ FRIAS

 BIBLIOGRAFIA
CONGRESO DE  ANGOSTURA
 «Ley Fundamental de la República de Colombia». 1819

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