Juramento de
Bolívar en el Monte Sacro: Bolívar emprendió un paseo en compañía de su maestro
Don Simón Rodríguez hacia el Monte Sagrado donde lleno de emociones y
sentimientos encontrados producto de la pérdida de sus padres a corta edad y
educado por parientes y Maestros de enseñanza y por supuesto en respuesta a sus
vivencias realizó un juramento cuyas palabras que a mi parecer lo
inmortalizaron en su lucha sin descanso por la independencia la cual reza: “Juro delante de usted, juro por el Dios de
mis padres, juro por ellos, juro por mi honor y juro por la Patria que no daré descanso
a mi alma hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del
poder español”. Bolívar al llegar a Cartagena ofreció sus servicios al
gobierno revolucionario de aquella ciudad, y se dirigió al pueblo granadino a
través del “Manifiesto de Cartagena”. En este analiza el sistema federal de su
gobierno el cual consideraba nefasto para las repúblicas de América Meridional
y propone como medida indispensable la reconquista de Caracas para la seguridad
de Nueva Granada. Luego de apoderarse de Bogotá y de marchar en contra de las provincias de Santa Marta y Río de
Hacha se embarcó para las Antillas.
Posteriormente
llegó a Kingston, Capital de Jamaica, en mayo de 1815, donde se percató a
través de publicaciones la desacreditación del origen, medios y resultados de
la revolución americana las cuales creaban confusión en pueblo habitante de
dicho territorio y es cuando decide realizar el escrito más importante e
ingenioso el cual se materializó en la Carta de Jamaica, en contestación a un
caballero importante de aquella isla, en esta carta Bolívar expone los fines
propuestos por la revolución americana, las causas de las desgracias de la
guerra, rememora la historia de la conquista y expone un plan de gobierno más
apropiado.
Una vez
consolidado el dominio patriota sobre la Guayana, el Consejo de Gobierno,
organismo creado por Bolívar, convocó a un Congreso de Angostura en el cual
proclama un nuevo Gobierno republicano. En 1826 representantes de varios países
concurrieron al Congreso de Panamá convocado por el Libertador donde firmaron
un tratado en el cual acordaban constituirse en una confederación
internacional.
El sueño de Bolívar fue truncado por la
mezquindad, por la falta de visión, por intereses subalternos, porque sus
compatriotas privilegiaron sus intereses personales a los intereses nacionales
trascendentes. Esa ha sido la historia de Venezuela. La lucha por intereses
personales, sin sentido de colectivo, ni propósitos compartidos.
Ya en sus últimos días Bolívar nos decía,
casi en forma de ruego: “Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y
se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.
Ser Bolivariano es buscar la unidad de los
venezolanos para lograr la “mayor suma de felicidad para todos”. En su mensaje
al Congreso Constituyente de la República de Colombia el 20 de enero de 1830
Bolívar señaló: “Me ruborizo al decirlo: la independencia es el único bien que
hemos adquirido a costa de los demás. Pero ella nos abre la puerta para
reconquistarlos bajo vuestros soberanos auspicios, con todo el esplendor de la
gloria y de la libertad”.
Hagamos realidad el sueño de Bolívar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario